¡Hoy sembraré una sonrisa!
La verdad es que a veces esas sonrisas te sorprenden cuando vienen de personas que no habrías conocido si Dios no estuviera vivo.
Os presento la presencia misteriosa de Dios en una persona necesitada de una ayuda que a veces no entran en los parámetros acostumbrados y que a mí me ha hecho dar gracias a Dios.
"Mi nombre es Marta y tengo 20 años. Actualmente curso tercero de Comunicación Audiovisual en la Universidad Carlos III de Madrid y uno de los trabajos finales de una de las asignaturas consistía en buscar un parroquia y hacer fotografías al edificio tanto en el interior como en el exterior; además tenía que conseguir los planos del edificio para hacer un dossier mucho más detallado de toda la construcción.
Cuando se me propuso dicho proyecto, estuve varios días pensando a quién recurrir para poder conseguir que me dejaran hacer la sesión y tener acceso a los planos de la iglesia (a mucha gente no le agrada ofrecer este tipo de ayuda por muchos motivos). Caí en la cuenta de que mi querido amigo Adrián podía ayudarme y contacté con él explicándole mi problema. Así fue como Pablo, párroco de la Parroquia de Santa Beatriz de Silva, me dejó entrar, fotografiar y estudiar todo el conjunto del bello edificio, además de darme acceso a tres planos diferentes de la construcción. Recibí un trato formidable, amable y lleno de cariño por parte de Pablo y le estoy sumamente agradecida por haberme dejado hacer la investigación y no haber dudado ni un instante en tenderme su mano para ayudarme".